Historia, arte y literatura

El agua, fuente de civilizaciones

Acueducto de Tarragona
Imagen: Wikipedia

Si miramos en un mapamundi dónde se gestaron las grandes civilizaciones de la antigüedad, vemos que todas crecieron en torno a lugares con ríos: la egipcia, que bebió de las aguas del Nilo; la mesopotámica, que creció entre el Tigris y al Éufrates; la religión hindú, que se gestó junto al río Indo o las primeras poblaciones chinas, que se desarrollaron junto al río Huan He. Todas ellas son conocidas como civilizaciones fluviales.


Los ríos proporcionaban el agua necesaria para la vida cotidiana, así como aquella que se necesitaba para regar campos o abrevar al ganado


Con el cambio de estaciones, había épocas donde las lluvias hacían crecer el caudal de estos ríos e inundaban durante un tiempo los campos de cultivo. Esto proporcionaba a la tierra nuevos elementos fertilizantes que hacían que las cosechas posteriores fueran mucho más ricas.


Al analizar y comprender los ciclos naturales, los antiguos hombres adoraron a los ríos como a dioses


Al analizar estos elementos, en principio inconexos, estas grandes civilizaciones los relacionaron con dioses y pasaron a adorarlos para suplicar su benevolencia. Así, dioses como Hapi, para los egipcios, o Enki, para los sumerios (ambos dioses de sendos ríos) cobraron especial importancia en estas culturas. Eran dioses de aquello que más necesitaban: el agua.


Algunas civilizaciones idearon el modo de llevar el agua donde quisieran


Sin embargo, había lugares que eran favorables para ciertas cuestiones, como el comercio o la estrategia militar, pero que no tenían ríos cerca. Es el caso, por ejemplo, de la actual ciudad de Nimes, en la costa mediterránea francesa. Al fundar esta ciudad, otra civilización, la romana, construyó grandes estructuras para traer agua que abasteciera la ciudad desde el río Gard: los acueductos.


En España se conservan grandes acueductos romanos como el de Les Ferreres, en Tarragona, o el de Segovia. Estos servían para abastecer de agua fuentes, termas, cloacas y casas particulares


Los acueductos servían como una canalización que iba desde un punto determinado de un río hasta una ciudad. Los romanos fueron grandes constructores, pero sobresalieron en la construcción de estas obras. Los acueductos estaban concebidos para transportar agua, así que calculaban el desnivel necesario para que nunca se estancara. Además, si debía pasar por un desnivel construían arquerías enormes para salvarlo, mientras que, por el contrario, si era necesario atravesar una montaña para reducir costes materiales, idearon el modo como hacerlo.