Ciencia

El mar del Kraken

El mar del Kraken está a unos tres mil millones de kilómetros de la Tierra, concretamente en la mayor luna del planeta gigante Saturno. Lo sabemos porque hemos enviado una misión espacial hasta allí. Hace unos cuantos años mandamos una nave llamada Cassini, en honor al astrónomo italiano que descubrió la división de los anillos de Saturno.

Saturno tiene muchos satélites, quizá unos 200, de los cuales más de 80 tienen órbitas confirmadas. Titán es el mayor de los satélites de Saturno y el segundo en tamaño de todo el Sistema Solar, con 5.150 Km. de diámetro

En el interior de esta nave viajaba otra, llamada Huygens, y que fue lanzada hacia la superficie del satélite recorriendo su densa atmósfera naranja, mientras Cassini seguía estudiando la superficie de Titán desde las alturas. Los descubrimientos que hizo esta misión espacial fueron sorprendentes. Titán es, junto a la Tierra, el único cuerpo del Sistema Solar que tiene mares y lagos en su superficie. Pero es que, además, tiene ríos, un océano debajo de su superficie, y quién sabe si algún tipo de vida primitiva.

En Titán hace mucho frío, concretamente como unos 200 grados bajo cero, así que sus mares y lagos no son de agua como en la Tierra (porque si no estarían congelados), sino de metano, una molécula de tamaño similar al agua, y que sigue el mismo ciclo que el agua de la Tierra: se evapora en los mares, se condensa en nubes y llueve sobre la superficie naranja del satélite. Y llueve en gotas gordas, ya que la gravedad es menor que en la Tierra.

La temperatura teórica más baja posible, también conocida como cero absoluto, se sitúa en los −273,15 °C. Cuando un objeto alcanza esta temperatura, su nivel de energía interna es el más bajo posible, sus moléculas carecen de movimiento y no puede, por ello, enfriarse más

Cuando, dentro de unos miles de millones de años nuestro Sol se convierta en una gigante roja, la temperatura de Titán será parecida a la que tenemos ahora en la Tierra. Nuestro planeta se volverá inhabitable y entonces, tal vez, la vida se abra paso en el mar del Kraken.