Juegos

El rey de los videojuegos

© Epic Games

Hace poco más de un año, Battlegrounds era el juego de moda. El argumento era muy sencillo: 100 jugadores se encuentran en una isla y solo puede quedar uno. Este género de videojuegos son los llamados battle royale, donde varios jugadores se enfrentan para derrotar a los demás. ¿Os suena? Exacto: es el mismo estilo de Fortnite, el título de Epic Games que está triunfando en todo el mundo. El juego es gratuito pero genera ingresos millonarios por los pases de temporada, que permiten desbloquear trajes y bailes nuevos para nuestros avatares.


El nombre se inspira en la novela japonesa ‘Battle Royale’ (1999), que explica una historia similar: un grupo de luchadores se enfrentan en combate hasta que solo queda uno


Los jugadores más jóvenes han abandonado las guerras de Call of Duty y los partidos del FIFA para vivir aventuras en una isla, buscando armas y recursos, acabando con los enemigos y ganando partidas. Los jugadores pueden luchar solos o en equipo, formando escuadrones de hasta 4 usuarios. Además de los pases de batalla, Fortnite incluye un gran elemento diferencial: la construcción. Así, el juego permite disparar como en un videojuego shooter en tercera persona, pero también construir en tiempo real. Esto hace que cada partida sea diferente, porque podemos cambiar el diseño de la isla y acabar construyendo castillos en el cielo.


Epic Games actualiza cada semana el juego, haciendo que siempre haya nuevos objetos y complementos por descubrir


Fortnite no sigue un guion escrito, sino que tú mismo puedes escribir tu propia historia. El juego introduce nuevos desafíos y temáticas en cada temporada, y los jugadores a veces serán héroes, piratas o astronautas. Esa es la gracia: desbloquear trajes y bailes nuevos para estar a la última. En Fortnite, puedes derrotar a tus enemigos mientras te luces con el baile del Backpack Kid. Un año después, ahora son otros títulos como Realm Royale, H1Z1 o Rust los que intentan, sin éxito, copiar al rey de los videojuegos.