Quizá pienses que sería fácil sobrevivir a una plaga de zombis. A fin de cuentas, las películas casi siempre los retratan como criaturas torpes y atontadas de las que resulta sencillo escapar. Sin embargo, debes tener en cuenta que los no muertos gozarían de algunas ventajas respecto a los vivos (si existieran, claro).
Por ejemplo: durante una infestación de zombis veríamos muchos zombis acuáticos. Como los no muertos no necesitan respirar, podrían estar bajo el agua mucho tiempo y caminar por el lecho de los lagos y los ríos. Esto haría que las masas de agua fuesen una trampa para los seres humanos. Nuestro primer consejo para sobrevivir al apocalipsis zombi es ese: ¡evitar las grandes masas de agua!
Nuestro segundo consejo es acudir a lugares fríos, como las cumbres de las montañas. Ahí es donde los seres humanos tenemos ventaja, porque nosotros somos criaturas de sangre caliente. Los zombis, por el contrario, se congelarían. Si la plaga ocurriera en invierno, estaríamos de enhorabuena. Los zombis quedarán congelados en cuanto empezase a caer la nieve. Eso sí: ¡cuidado con la primavera! Cuando ocurriese el deshielo, también los zombis se descongelarían.
Otro truco antizombis es observar el cielo. Durante una infestación de zombis abundarían las aves carroñeras, como los buitres o los cuervos, ya que se alimentarían de ellos. Y estas aves son expertas en detectar a sus presas. Si miras hacia arriba y ves una bandada de buitres volando en círculos a lo lejos, ¡cuidado! Eso significa que hay zombis cerca.
Algo que no aconsejamos es plantar cara a los zombis. Aunque en las películas suele mostrarse a los protagonistas disparándolos con armas de fuego, lo cierto es que sería difícil acabar así con todos ellos. Lo mejor sería intentar esquivarlos hasta que pase el peligro. Para ello se deberían evitar los edificios, ya que sería muy fácil quedar acorralado en lo alto. También sería necesario evitar los cementerios, ya que los zombis son muertos resucitados y el cementerio estaría infestado.
En general, lo mejor sería escapar de las ciudades. Los pueblos pequeños o los bosques son una buena opción, pero la más eficaz de todas sería refugiarse bajo tierra en un refugio antizombis. Ahora bien: nuestro refugio debería estar bien aprovisionado. Es importante que tenga comida (mejor si es enlatada, ya que dura más), agua potable, un incinerador de basuras (que también serviría como calefacción), medicinas y útiles de limpieza. También debe haber opciones para entretenerse, ya que tendríamos que pasar allí mucho tiempo. En las siguientes páginas encontrarás un plano del refugio antizombis perfecto. Ayúdanos a completarlo escribiendo qué te llevarías tú a ese refugio.