El primer día que los vi caía un chaparrón de los gordos. «¡Vaya tormenta!» -había exclamado mamá. Y cuando hay tormenta no se puede ir a jugar al parque, así que no tuve otro remedio que quedarme encerrado en casa. Truenos, relámpagos y mucha lluvia. ¡Llueve a cántaros! y entre […]