Uno de los mejores matemáticos del siglo XX se presentaba de la siguiente manera en el preámbulo del tratado Elementos de matemáticas: «Nicolas Bourbaki, miembro canónico de la Real Academia de Poldavia, gran maestre de la orden de los compactos, conservador de uniformes». Aunque Nicolas Bourbaki no era un matemático como tal, ni tan siquiera una persona. Se trataba del seudónimo colectivo utilizado por un grupo de matemáticos franceses durante el siglo XX que revolucionaron las matemáticas de su época.
Poldavia, el lugar en el que nació Bourbaki, según su biografía,
es un país imaginario que también aparece en un cómic de Tintín
Nicolas Bourbaki empezó a firmar tratados en 1935 y se mantuvo activo hasta la década de 1960. El objetivo principal de Bourbaki era reformular y unificar la matemática moderna, estableciendo una estructura lógica y rigurosa para todas las ramas de esta disciplina. El grupo Bourbaki publicó una serie de libros, conocidos como Elementos de matemáticas, que abarcaban una amplia gama de temas matemáticos, desde el álgebra y el análisis hasta la topología y la teoría de conjuntos. Estos libros buscaban presentar los fundamentos de la matemática utilizando un lenguaje claro y preciso.
Las reglas del grupo obligan a sus miembros a retirarse cuando cumplen los 50 años, para dejar paso a las nuevas generaciones
El seudónimo «Nicolas Bourbaki» fue adoptado como un homenaje al matemático francés del siglo XIX Évariste Galois, quien utilizaba el seudónimo «Bourbaki» en algunas de sus obras. El grupo Bourbaki lo conformaban matemáticos destacados como André Weil, Henri Cartan o Jean Dieudonné, entre otros. Casi siempre, los miembros guardaron su identidad en secreto y se mantuvieron anónimos en el ámbito público. Aunque el grupo Bourbaki ya no está activo, su legado perdura en la forma en que se enseña y se investiga la matemática en la actualidad.