El surgimiento de Tenochtitlan ocurre cuando los aztecas, procedentes de las tierras Aztlán -lugar de las garzas-, llegaron a las inmediaciones del lago de Texcoco. Los aztecas no eran la única tribu que emprendería este proceso de migración, pues como refiere Hernando de Alvarado Tezozómoc fueron, en total, siete los pueblos, cada uno identificado por una deidad:
«Cada uno traía el nombre de su Dios, como era Quetzalcoatl, Xomoco, Matla, Xochiquetzal, Chichiltic, Zentutl, Piltzinteuctli, Meteutl, Tezcatlipuca, Mictlatleuctli, y Tlamacazqui, y otros Dioses».
El proceso de migración duró varios años, pasando por diversos lugares y asentamientos antes de establecerse finalmente en la Cuenca de México. A todos estos pueblos se les conoce como nahuas por tener como lengua común el náhuatl. Son pueblos que conocían y practicaban la agricultura, aunque también eran gentes dedicadas a la guerra, tal como refiere Tezozómoc el mito de Malinalxóchitl, al momento en que los aztecas abandonaron a Malinalxóchitl por la voluntad de Huitzilopochtli que tenía como encargo traer armas, arco, flechas y rodelas, al ser su principal oficio la guerra.
«No es a mi cargo, ni mi voluntad que tales oficios y cargos tenga mi hermana Malinalxóchitl desde la salida hasta aquí; así mismo también yo fui mandado de esta venida, y se me dio por cargo traer armas, arco, flechas y rodelas, mi principal venida y oficio es la guerra, y yo así mismo con mi pecho, cabeza, y brazos en todas partes tengo de ver y hacer mis oficios en muchos pueblos y gentes que hoy hay».
A los aztecas que fundaron Tenochtitlan se les llama mexicas y su gentilicio fue otorgado por el dios Huitzilopchtli. Los mexicas dominaron a los otros pueblos y se ganaron una notable reputación en el campo de batalla, lo que les permitió desempañarse como guerreros para otros pueblos, como fue el caso del señorío del tepaneca Tezozómoc, quien a cambio de sus servicios les permitió asentarse en un islote cercano a la ribera occidental del lago. Las excavaciones arqueológicas apuntan a que el islote de México estuvo habitado desde antes del siglo XIV y que la fundación de Tenochtitlán pudo ser posterior a la de México-Tlatelolco, su «gemela» del norte. México-Tenochtitlan se convirtió en un altépetl independiente tras el establecimiento de una alianza con Texcoco y Tlacopan derrotó a Azcapotzalco.
Un altépetl -montaña de agua- es como se denominan, en mesoamérica, a la tierras y asentamientos habitados por una etnia con misma lengua y una deidad protectora común.