Los orígenes de los superhéroes suelen ser fruto de eventos fantásticos, planetas lejanos, o experimentos científicos insensatos. Pero en un caso concreto, una ciudad es la culpable de haber moldeado la silueta de un justiciero enmascarado. Con una población metropolitana de doce millones de almas y construida en una serie de islas, Gotham se emplaza en algún lugar indeterminado de la costa este norteamericana, cerca de ciudades como Washington DC, la metrópolis que acogió a Superman o Nueva York.
Gotham City está inspirada en varias ciudades, entre ellas Nueva York, Detroit y Chicago
Erigida en los tebeos como una combinación de los callejones de Detroit con los fríos rascacielos de Manhattan, y bautizada con el nombre de una población inglesa habitada por locos, Gotham alberga tanto una de las empresas tecnológicas más avanzadas del mundo, Wayne Enterprises, como uno de los lugares más peligrosos imaginables, el manicomio Arkham, la prisión para las mentes más retorcidas y despiadadas de la historia.
Gotham es una de las locaciones ficticias con mayor actividad de crimen organizado. Desde su creación hasta la fecha se cuentan nueve grandes organizaciones ilegales y doce pandillas
Hostiles, tenebrosas, y sumidas en una noche eterna, las calles de Gotham fueron terreno acogedor para supervillanos como el Joker, Catwoman, Enigma, Hiedra venenosa, Dos caras, el Pingüino, Mr. Freeze o Harley Quinn. La silueta de la urbe se perfila como un lugar fantástico, cautivador y melancólico, uno en el que nunca querrías vivir. Pero sobre todo, Gotham es la única ciudad en cuyo cielo algunas noches se dibuja, gracias a un potente foco de luz, la silueta de un murciélago. La señal de que entre las sombras siempre habrá esperanza, porque en ellas un caballero oscuro llamado Batman vela por sus ciudadanos.