Uno de los libros más usados por los guionistas del cine se llama El héroe de las mil caras, del profesor Campbell. Hay un motivo para ello, y es que su autor analizó todos los mitos de la literatura universal para descubrir que todos tenían un mismo argumento. Su protagonista, el héroe, siempre era llamado a una misión, dudaba si aceptarla, era guiado por un maestro, y luego, una vez embarcado en su aventura, enfrentaba pruebas, hallaba amigos y aliados, y también enemigos. Muchísimas películas de animación han sido escritas siguiendo esta línea, pero lo mejor es que en la vida real también sucede así.
No existe un manual para conseguir realizar tu propio proyecto vital. Pero sí lugares donde pueden inspirarte y formarte para que consigas todo lo que te propongas. Como los héroes de la ficción, todos necesitamos la mejor ayuda.
Primero, los ejemplos de algunas pelis de animación. En Chicken Run, rodada en stop motion, el pollo Ginger está decidido a enseñar a las gallinas a volar para que sean libres, y acaba construyendo un avión. En Bichos, una aventura en miniatura, arman un pájaro falso para librarse de los robos que hacen los saltamontes al hormiguero. En Monstruos SA tienen que cambiar el modo en que generan energía desde siempre, asustando a los niños. Ratatouille, la rata que se convierte en chef tres estrellas, necesita aliados humanos, conocimientos, y una presentación espectacular. Y en Coco, la lucha del héroe es contra los que pretenden impedirle seguir su vocación, la de músico.
Todas estas historias han tenido tanto éxito por su capacidad de emocionar e inspirar, pero sobre todo porque reflejan lo que cada uno de nosotros podemos conseguir, si nos guían adecuadamente.
Segundo, los ejemplos de la vida real, donde personas reales enfrentaron un reto, tuvieron una idea o un deseo, y lo realizaron. De los Hermanos Wright recordamos que hicieron realidad el sueño de volar, pero no que construyeron sus aviones para demostrar que podían proporcionar vehículos aéreos. Hoy la electricidad con placas solares es posible gracias a que quien las perfeccionó, Russell Shoemaker, trabajaba en los Laboratorios Bell -donde también se crearon los primeros ordenadores-. Y así, mil ejemplos más.
Héroes y emprendedores reales se parecen en su carrera por perseguir un sueño, agrupando a personas en torno a él. Y eso es lo que hoy enseñamos a los alumnos de EDEM, con un GRADO ADE enfocado a «Creación y dirección de empresas»». Único para desarrollar tu proyecto porque estamos con la aceleradora Lanzadera, porque está impulsado por el presidente de Mercadona Juan Roig, y porque es el ADE más ADE, lleno de empresas que te forman y te acogen en prácticas y empleo.