Tengo una pregunta para los aficionados al mar y la pesca, ¿recordáis cómo de grande era el último pez que conseguisteis pescar? ¿Pequeño? ¿Mediano? ¿Enorme? Si no le hicisteis una foto, no podéis demostrar lo grande que era. Pues bien, hace muchos años, antes de que existieran las fotografías, los pescadores japoneses inventaron su propia forma de demostrar la magnitud de sus trofeos. La llamaron Gyotaku y es el antiguo arte de estampar peces. Existen muchas historias sobre su origen, pero básicamente comenzó porque los pescadores necesitaban documentar de alguna forma las especies y su tamaño. Así que se llevaban papel, tinta y lápices al mar. Como los japoneses reverenciaban algunos tipos de peces, a esos los devolvían al mar.
En japonés, «gyo» significa pez y «taku» es impresión o estampación
Para hacer la estampación, se pintaba al pez con tinta y se estampaba sobre papel de arroz. Después, devolvían el pez al mar o lo limpiaban para venderlo en el mercado. A mediados del siglo XIX, comenzaron a añadirse detalles a las estampaciones, como los ojos. Un día, un noble famoso, Lord Sakai, quiso tener un recuerdo de un gran besugo del mar rojo. Entonces encargó a un pescador que estampara su captura, y esto animó a más pescadores a llevar sus estampaciones a Sakai. Así es como el Gyotaku comenzó a considerarse arte.
El gusto por las estampaciones se extendió entre las clases poderosas y muchos estampados colgaron en los palacios al final del periodo Edo
Hoy en día, el Gyotaku es una forma popular de arte que muchos disfrutan. En primer lugar, se necesita preparar al pez, limpiándolo bien con agua. Después, se coloca el papel sobre el pez y se aplica la tinta (como antiguamente), o se pinta al pez y luego se presiona el papel sobre el pez. Independientemente de cómo lo hagas, todas las impresiones serán diferentes. Como toque final, no olvides firmar tu obra, y así poder decir, ¡el pez era así de grande!