Saint Seiya es un manga que Masami Kurumada empezó a publicar a finales de 1985. En seis años aparecieron veintiocho volúmenes y la obra se hizo muy popular. A día de hoy, se calcula que Saint Seiya ha vendido treinta y cinco millones de copias, y en el ranking de los mangas más exitosos de siempre ocupa el puesto número setenta. Claro que (casi) nadie sabía todo esto cuando Saint Seiya entró en nuestras vidas. Ni siquiera conocíamos el verdadero título, porque aquí lo llamaron Los Caballeros del Zodiaco. Y no era un manga, sino un anime, más de cien episodios que impactaron a principios de los noventa.
El manga y el anime se diferencian en que el primero se refiere a un cómic, mientras que el segundo es un dibujo animado
El argumento parecía, así de primeras, un poco raro. Hay una serie de guerreros que tienen armaduras, y cada uno representa a una constelación. Al principio, luchan entre ellos buscando conseguir la armadura de oro, pero luego unen sus fuerzas para defender a la reencarnación de Atenea, la antigua diosa griega. Entre medias hay amistad, malos muy malos, superación de las adversidades y una maduración de los héroes que es clásica en este tipo de historias. Ah, también referencias a la mitología clásica y cierto toque místico que hacían aún más atractiva la serie.
Hoy siguen saliendo nuevos manga, animes, novelas y pelis. Saint Seiya tiene casi cuarenta años pero su historia parece muy lejos de acabar
Pero, no nos engañemos, lo que más molaba eran las peleas. Peleas interminables, que podían durar varios capítulos. Cada una con sus características propias, con su emoción, sus momentos que luego no podías olvidar. A ver, ganaban siempre los buenos, claro, pero muchas veces se dejaban los cinco sentidos en el intento. Ah, también es una serie bastante sangrienta, lo que provocó algo de polémica mientras la emitieron en España.