¿Te imaginas que Shigeru Miyamoto, el creador de Super Mario, estuviera metido en problemas y que fuera Mario quien acudiera a socorrerlo? Con una premisa parecida nace Narita Boy, un videojuego de estética ochentera en el que su protagonista tendrá que luchar contra Him, un ser malvado que ha robado los recuerdos de su Creador. Un cruce entre el mundo de la ficción y la realidad que ya hemos visto antes en otras historias. En Tron, un programador de videojuegos era absorbido dentro del mundo digital. O en La historia interminable, un joven Bastian acaba convirtiéndose en un inesperado héroe de la novela que estaba leyendo.
Algunos expertos en tecnología predicen que en unos años podremos subir nuestra conciencia a la red como si se tratara de un archivo
El Reino Digital donde transcurren las aventuras de Narita Boy está plagado de referencias a la tecnología del siglo pasado, aparatos que hoy en día están completamente obsoletos. Antes del almacenamiento en la nube o las memorias USB todo se almacenaba en disquetes con capacidades de 1.44 MB o menores. George E. Moore, cofundador de Intel, ya predijo en 1965 que cada año (luego matizó que cada dos) la potencia de un microprocesador se duplicaría. Fue una simple predicción, pero se ha ido cumpliendo hasta la actualidad en los avances de los ordenadores o los teléfonos móviles.
El Apolo 11 fue la nave que nos llevó por primera vez a la Luna y tenía un procesador mucho menos potente que un teléfono móvil actual
Narita Boy es un juego plagado de referencias a la tecnología pero también a la cultura japonesa y sus tradiciones. Japón es un claro ejemplo de cultura donde la modernidad y el respeto al pasado se fusionan dando lugar a preciosos contrastes a lo largo de su geografía. Si visitas Tokio, no te extrañará encontrar antiguos templos rodeados de rascacielos que parecen salidos de una película de ciencia ficción. A lo largo del juego podrás visitar sus aguas termales tradicionales u onsen y te encontrarás con los característicos torii japoneses que se encuentran en la entrada de los santuarios sintoístas. ¿Serás capaz de encontrar todas las referencias al país del sol naciente?