Compartimos con el reino animal, como animales que somos, infinidad de cosas: el suelo que pisamos, los alimentos que ingerimos y, en ocasiones, también los microorganismos -como bacterias, hongos o virus- que colonizan nuestro planeta. Casi siempre los microorganismos son benignos e incluso necesarios para nuestra vida. Pero algunos son dañinos y nos producen graves enfermedades al contagiarnos por una gotita de saliva o por cualquier secreción; o por un alimento o incluso por un mosquito que traslada al microorganismo de picadura en picadura.
Un microorganismo, también llamado microbio, es un ser vivo o un sistema biológico que solo podemos ver con el microscopio
En ocasiones, estos microorganismos solo afectan a una especie dentro del reino animal. Por eso hay devastadoras enfermedades infecciosas en animales que no nos afectan, como la peste porcina africana que, como su nombre indica, solo afecta a los suidos. Sin embargo, hay otras veces que los microorganismos pasan de los animales a las personas, como el más que probable camino del coronavirus responsable de la actual pandemia: desde un murciélago a un pangolín y, finalmente, a un humano.
Los suidos son una familia de mamíferos artiodáctilos en la que se incluyen los cerdos domésticos, los jabalíes y sus parientes más cercanos
Cuando ocurre esto, se denomina zoonosis. Casi el 70% de las nuevas enfermedades infecciosas en humanos son zoonosis y solamente un estricto control de la salud de los animales puede evitar que nos contagiemos, como cuando vacunamos a nuestras mascotas de la terrible enfermedad de la rabia. Por eso, de ahora en adelante, debemos entender la salud como una única salud, la de las personas y la de los animales, ya que es el camino para asegurar nuestra salud en el futuro.