NUEVO ATLAS DE LAS NUBES
“No salgas del puerto si las nubes no corren con el viento”, decía el refrán marinero. Hace ya miles de años que nuestros antepasados empezaron a fijarse en las nubes, aglomeraciones de miles de partículas de agua y hielo. Saber cómo se forman y cómo evolucionan resulta clave para todas aquellas actividades que dependen de la predicción del tiempo, como navegar o preparar la cosecha.
Para ordenar toda la información conocida relacionada con las nubes, en 1896 se creó el primer Atlas Internacional de las Nubes, una clasificación utilizada por meteorólogos y aficionados de todo el mundo. Las herramientas de observación y predicción han evolucionado muchísimo desde entonces, por eso el atlas se ha actualizado en 2017 con nuevas especies y variedades de nubes, en función de su forma y de la parte del cielo en la que se forman.
Hoy en día existen alrededor de 100 tipos de nubes diferentes, dependiendo del tamaño, la estructura interna, la transparencia…
En el Atlas de 2017, los expertos han añadido una nueva especie: el volutus, una nube enrollada en forma de tubo. También han incorporado cinco nuevas características que ayudan a describir los tipos de nube. Las asperitas, por ejemplo, son nubes onduladas que recuerdan a las olas del mar. Además, se ha creado una nueva categoría que sirve para definir las nubes producidas por actividades humanas: los homogenitus. Un ejemplo de este tipo de nube es la estela de condensación que dejan algunos aviones a su paso.
En la web de la Organización Meteorológica Mundial hay miles de fotografías de lo más curiosas para dar un paseo por las nubes
Adaptándose a las nuevas tecnologías, el nuevo Atlas de las Nubes se ha publicado en versión digital. Hace 120 años, muy pocas personas disponían de las herramientas necesarias para observar el cielo… pero hoy, aficionados de todo el mundo han podido contribuir con sus propias imágenes a la nueva edición, ¡incluso con fotografías hechas desde el espacio!