Convertido en un regalo para los fans, Dragon Ball Z: Kakarot nos promete un nostálgico viaje en el que, a medio camino entre el RPG y el combate, viviremos los momentos clave de la historia de Son Goku en Dragon Ball Z. Kakarot nos permite explorar un mundo tan variado como el de los primeros tiempos de Dragon Ball.
Yamcha, Bulma, Krillin, Tensián, Piccolo y muchos otros amigos inseparables de Goku arrancaron siendo enemigos. En ‘Kakarot’ estas relaciones son parte nuclear del juego desde su mismo arranque. Se consigue con los Emblemas del Alma, uno de los elementos más roleros del juego, que representan a los distintos personajes.
Estos emblemas son asignados y combinados en el Tablón de la Comunidad para obtener ventajas y mejoras en las estadísticas, sobre todo si dos personajes tienen una relación entre sí. Por ejemplo, Goku y Gohan por ser padre e hijo. Con objetos encontrados durante el juego se pueden mejorar esas relaciones y con ello, obtener más ventajas. De esta manera se gamifican los personajes sacando un partido nunca visto a la mitología de la serie.