Ciencia

A la conquista del Polo Sur

 

EXPEDICIÓN A LA ANTÁRTIDA

A principios del siglo XX, el mapa de cinco continentes estaba ya bien definido, pero todavía quedaba un último territorio por explorar: el Polo Sur. El aventurero inglés Robert Falcon Scott organizó una expedición para cruzar el desierto de hielo de la Antártida y ser el primer hombre en pisar el Polo Sur. Sin embargo, cuando Scott alcanzó la meta el 17 de enero de 1912, miró al horizonte y vio algo que se movía. Una bandera noruega ondeaba sobre el hielo. Alguien se le había adelantado.

Tan solo 34 días antes, el 14 de diciembre de 1911, el explorador noruego Roald Amundsen había llegado al punto más al sur del planeta. Desolados, Scott y sus compañeros dieron media vuelta para regresar. Por desgracia, murieron congelados antes de alcanzar el campamento base.


La Antártida está considerada un sexto continente. Su nombre significa “opuesto al Ártico”, la región que se encuentra al otro extremo del globo terráqueo


¿Cómo consiguieron los exploradores noruegos llegar al Polo Sur antes que los ingleses y sobrevivir? La expedición de Scott llevó ponis para cargar con las provisiones, pero estos animales no estaban acostumbrados al frío polar; al final tuvieron que abandonarlos y cargar ellos mismos con el material. En cambio, Amundsen conocía muy bien la cultura inuit y decidió usar perros para tirar de los trineos. Además, los noruegos eran expertos esquiadores y cubrieron una parte del trayecto esquiando, mientras que Scott y los suyos avanzaban lentamente con raquetas de nieve.


Los inuit llevan miles de años viviendo en las regiones árticas del planeta, como Groenlandia, Canadá o Alaska. Son pueblos de cazadores y pescadores completamente adaptados a las condiciones polares


La Antártida había sido siempre un territorio deshabitado, pero tras las expediciones de Amundsen y Scott la presencia de personas fue aumentando. Actualmente viven allí más de 4.000 personas en verano y 1.000 durante el frío invierno. Algunas trabajan realizando investigaciones en la Estación Polar Amundsen-Scott, situada justo en el lugar donde hace más de 100 años ambos hicieron historia. Allí, los investigadores observan el deshielo de los glaciares para entender cómo funciona el calentamiento global y examinan las burbujas de aire atrapadas en el hielo para saber cómo era el clima de la Tierra en el pasado