Juegos

Comprar, vender y aprender

Imagen: Creative Commons

MONOPOLY · EE.UU. 1903

¿Te has parado a pensar con qué juegos de mesa se entretenían tus padres y abuelos? Hoy en día hay infinidad de ellos, pero de entre todos, el que ha permanecido durante décadas en la estantería de todas las tiendas de juguetes es el Monopoly. En 1903, cuando aún faltaban años para que se inventara el televisor y la mayoría de gente recorría grande01s distancias en carros, Elizabeth Magie diseñó en Estados Unidos el tablero y las reglas del juego donde puedes comprar y alquilar las calles de tu ciudad.


En un principio se llamó “El Juego del Propietario” y fue creado como un juego educativo, para advertir sobre los peligros del monopolio, un sistema económico en el que una única empresa es propietaria. En 1935 adquirió el nombre actual


Más de un siglo después, el Monopoly ha llegado a todos los rincones del mundo. En la actualidad existen 300 versiones en 114 países, lo que te permite tener una experiencia única con solo tirar los dados. Desde el salón de tu casa puedes viajar a las avenidas más conocidas del planeta, e incluso trasladarte a escenarios de fantasía.


El Libro Guiness de los Récords reconoció el Monopoly como “el juego más jugado del mundo” con más de 500 millones de personas


Desde Barcelona hasta Nueva York, pasando por Londres y Hong Kong, también puedes meterte en las calles de Springfield en la edición de Los Simpsons, visitar los planetas de La Guerra de las Galaxias y hacerte con la casa del árbol de Jack y Finn en la versión de Hora de Aventuras. Si juegas bien tus cartas, todo puede ser tuyo.


Existe una edición mundial que reúne las ciudades más importantes del mundo en un mismo tablero, donde la representante española es Madrid


Pero cuidado, que tu entusiasmo no arruine la partida: como en la vida, deberás gestionar bien tu dinero. Los billetes se acaban y entonces llegan los problemas. Multas, pago de impuestos o las reformas de las casas pueden conducirte a la bancarrota, además de tener que evitar tu paso por la cárcel. Antes de hacerse mayores, tus familiares más cercanos ya se divertían jugando al Monopoly. Un aprendizaje para afrontar los retos del futuro.