ÉRASE UNA VEZ… EL HOMBRE
ALBERT BARILLÉ · FRANCIA 1978
“Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia”, escribió una vez Aldous Huxley. Puede que por eso el cineasta francés Albert Barillé creara Érase una vez… el hombre, una serie de dibujos animados que explica la historia de la humanidad, desde los orígenes de la Tierra hasta el siglo XX, pasando por los grandes descubrimientos y los grandes errores del hombre.
Si la serie mira hacia el pasado, el escritor británico Aldous Huxley (1894-1963) describió un inquietante futuro en una de sus obras más celebres: ‘Un mundo feliz’
Érase una vez… el hombre convierte la historia en un relato entretenido a través de personajes como el Maestro, el Gordo, Pierre y Florecita, además de un reloj con ojos que va marcando la época y cuyas expresiones nos muestran los aciertos y equivocaciones de la humanidad. El reloj se inventó hace miles de años para medir el tiempo. Pero en el mundo de la fantasía, los relojes se han convertido en seres animados que nos ayudan a explicar la historia y, en ocasiones, incluso a viajar en el tiempo.
En ‘La Bella y la Bestia’, Din Don era un mayordomo-reloj de lo más quisquilloso, mientras que en la serie ‘Dr. Slump’ un reloj patinaba para viajar en el tiempo
Para hacerlo todavía más divertido, la serie nos acerca a grandes genios de la historia, como el inventor Leonardo Da Vinci o el compositor Ludwig van Beethoven, cuya melodía El Septimino se utiliza como canción de entrada en cada capítulo.
El primer hombre que intentó contar la historia fue Herodoto, quien dedicó su vida a viajar, hablar con gente y conocer los hechos para transmitir los relatos del pasado a las generaciones futuras. Desde entonces, muchos han tratado de dejar testimonio de lo ocurrido para saber de dónde venimos, algo que resulta clave para saber a dónde vamos.
Herodoto (484-425 a.C.) es considerado el padre de la Historia en el mundo occidental. Relató guerras y recogió datos curiosos sobre la geografía y los pueblos que descubría en sus viajes
Probablemente, con su frase, Huxley quería ir más allá y hablaba de no repetir los errores del pasado. Por suerte el futuro aún está por escribir y tú también puedes hacer historia.