MALDITAS MATEMÁTICAS
Carlo Frabetti · ESPAÑA 2000
Laura Andrés Tallardà
A casi todo el mundo le parecen aburridas las matemáticas. Ecuaciones, tablas de multiplicar, divisiones, sumas y restas pueden convertirse en un auténtico quebradero de cabeza. Pero, ¿qué pasaría si descubrieras un universo paralelo donde las matemáticas son divertidas?
La protagonista de Malditas Matemáticas es Alicia, una niña que odia las mates hasta que un matemático y poeta llamado Lewis Carroll la lleva a conocer el País de los Números. Allí tendrá que enfrentarse al monstruo del laberinto, escapar de la Reina de Corazones y adentrarse en un bosque de números arborescentes. Gracias a las matemáticas y a su ingenio, Alicia encontrará la salida del laberinto.
Lewis Carroll era el pseudónimo de Charles Lutwidge Dodgson, autor de ‘Alicia en el País de las Maravillas’ (1865). Además de escritor, también era matemático, fotógrafo y sacerdote
Los laberintos son lugares mágicos y enigmáticos que nos ponen a prueba. En la isla de Creta, el héroe griego Teseo consiguió escapar del laberinto después de matar al Minotauro. Incluso Harry Potter, en el Torneo de los Tres Magos, tiene que superar distintas pruebas y resolver el acertijo de la esfinge para llegar a la meta.
El minotauro era un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro. Se alimentaba de hombres y mujeres que eran llevados al laberinto de Creta como sacrificio humano
Del mismo modo que los laberintos nos transportan a lugares inesperados, los libros también nos permiten viajar y descifrar enigmas. Visitamos otros mundos sin tener que salir de nuestra habitación. La Alicia de Malditas matemáticas se inspira en otra Alicia que también vivió grandes aventuras en el País de las Maravillas, rodeada de personajes fantásticos surgidos de la imaginación del auténtico Lewis Carroll.
El Conejo Blanco, el Sombrerero Loco o el Gato de Cheshire se han convertido en personajes clásicos de la literatura infantil. Cada uno simboliza una cualidad: ¿adivinas cuál?
A la reina Victoria del Reino Unido le encantaban las historias de Alicia en el País de las Maravillas y pidió que le mandaran el siguiente libro del autor tan pronto como se publicara. Pero no contaba con las múltiples profesiones de Carroll: imagínate su sorpresa al recibir un libro de matemáticas titulado Un tratado elemental sobre determinantes. Y tú, ¿te lo leerías?