HIPATIA DE ALEJANDRÍA
A lo largo de la historia, la mujer ha sido ignorada en distintos ámbitos del saber y su contribución a la ciencia ha permanecido en segundo plano durante siglos. Sin embargo, los nombres de unas cuantas mujeres que destacaron en sus campos de estudio han sobrevivido al paso del tiempo y, gracias a ello, conocemos sus aportaciones al mundo. Una de ellas es Hipatia de Alejandría.
Hipatia fue una mujer griega que nació en el año 350 d.C. en la ciudad de Alejandría, en Egipto. Le interesaban materias tan diferentes como la oratoria o las matemáticas, pero se dedicó sobre todo a la astronomía: el estudio de los planetas y las estrellas. Hipatia se preguntaba por qué los planetas se movían y por qué algunos lo hacían más rápido y otros más lento.
En homenaje a Hipatia, la comunidad científica ha bautizado con su nombre un asteroide, un cráter lunar y un meteorito que colisionó con nuestro planeta hace 28 millones de años
El padre de Hipatia, Teón de Alejandría, fue un importante matemático que transmitió a su hija las ganas de aprender y conocer. Hipatia llegó a ser una maestra respetada y a tener una gran influencia en la sociedad alejandrina. Sin embargo, que una mujer estudiara y tuviera sus propias ideas no gustaba a todo el mundo. Hay pocos testimonios que expliquen lo que pasó pero, al parecer, Hipatia fue asesinada por envidia. El miedo y la intolerancia truncaron el futuro de una gran científica.
La película ‘Ágora’ (2009) cuenta cómo Hipatia tuvo que hacer frente a la persecución religiosa por parte de los cristianos, que rechazaban los conocimientos científicos
Ninguna de las obras de Hipatia se ha conservado hasta hoy, pero conocemos su trabajo por las cartas y escritos de sus discípulos. Además de escribir tratados filosóficos y dibujar planisferios, concibió un astrolabio para calcular el movimiento de los astros y un aparato para medir el nivel del agua, entre otros inventos. ¿Cómo sería el mundo hoy si su saber no hubiese sido eliminado por proceder de una mujer?