Hay una leyenda que dice que el Tangram fue creado accidentalmente por el sirviente de un emperador chino. Un día, el criado debía llevar una cerámica muy cara a palacio, se tropezó y, al caer, la cerámica se rompió en siete pedazos. Desesperado, trató de reconstruir la cerámica, y al intentar unir los pedazos se dio cuenta que podía también formar muchas otras figuras.
La palabra tangram viene del chino 七巧板, pronunciado «qī qiǎo bǎn», y significa: siete tableros de astucia. Con ese nombre hace referencia a las cualidades que el juego requiere: inteligencia para saber formar siluetas de figuras con las siete piezas dadas sin solaparlas. Las piezas son:
- 5 triángulos
- 1 cuadrado
- 1 paralelogramo o romboide
En cuanto a las figuras que pueden realizarse con el tangram, la mayor parte de los libros europeos copiaron las figuras chinas originales que eran tan solo unos cientos. Para el año 1900 se habían inventado nuevas figuras y formas geométricas y se tenían aproximadamente 900. En los primeros libros sobre el tangram aparecían unos cuantos cientos de imágenes, en su mayor parte figurativas, como animales, casas y flores, junto con representaciones de formas más abstractas.