LOS GREMLINS · JOE DANTE · ESTADOS UNIDOS 1984
Si un venerable anciano chino en una tienda de artículos mágicos te advierte de que para cuidar de tu nueva mascota debes cumplir tres reglas, más te vale hacerle caso. No acercarlo a luz brillante, no mojarlo y nunca, nunca, nunca darle de comer pasada la medianoche. Algo que Billy no hace cuando le regalan a Guizmo, un extraño pero entrañable animal.
El descuido de Billy al mojarlo hace que Guizmo se multiplique, pero sus hermanos no son tan encantadores como él. A pesar de que es bueno, Guizmo es un mogwai, que en chino cantonés significa «monstruo maligno», algo en lo que sí encajan sus clones. Pero, ¿por qué la película no se llama Los Mogwais?
Un mogwai es un espíritu maligno o demonio. En la mitología china se reproducen numerosamente con el agua de lluvia, como una metáfora de la abundancia.
El título de Los Gremlins hace referencia a la mitología de los pilotos ingleses de la Royal Air Force (RAF) durante la Segunda Guerra Mundial. Ellos creían que unos pequeños monstruos llamados gremlins se colaban en sus aviones y eran los responsables de sus averías. Uno de los pilotos de la RAF fue el escritor galés Roald Dahl, que dedicó su primera obra publicada a estos seres y que también tituló Los Gremlins.
Roald Dahl (1916-1990) fue un escritor de literatura infantil autor de obras como Matilda, Las brujas y Charlie y la fábrica de chocolate
Pese a que los hermanos de Guizmo son malvados, siguen teniendo ese aspecto de peluche encantador. Solo cuando Billy rompe la tercera regla y les da de comer pasada la medianoche, se convierten en los horrorosos y traviesos gremlins verdes. Para ello, hacen una metamorfosis: crean una crisálida y dentro de ella cambian su aspecto.
La metamorfosis consiste en el cambio estructural y fisiológico de un ser. Algunos como las orugas hacen crisálida para hacerse mariposas. Otros, como los renacuajos, simplemente mutan en rana
Por suerte para todos, Billy también se salta la norma de la luz y consigue destruir a todos los gremlins y salvar a su pueblo. Y es que, a veces, saltarse las normas puede llevarte a vivir grandes aventuras.