Cine y series

La máquina del tiempo

© Universal Pictures

REGRESO AL FUTURO

ROBERT ZEMECKIS · ESTADOS UNIDOS 1985

Rubén González

Es el 5 de noviembre de 1955. El científico Doc Emmett Brown se sube al retrete para colgar un reloj, se cae y se da un golpe en la cabeza. Entonces se le ocurre una idea genial: el condensador de fluzo, un invento que hace posible viajar en el tiempo. Doc se lo cuenta a su amigo Marty McFly treinta años más tarde, cuando este está a punto de viajar al pasado para encontrarle. Así empieza la película Regreso al Futuro, pero Marty no fue el primer viajero del tiempo.

En 1895, el escritor inglés H.G. Wells describía en La Máquina del tiempo un artilugio capaz de llevar a un hombre al futuro, concretamente al año 802701. Hasta entonces, ningún físico o matemático se había planteado la posibilidad de viajar en el tiempo. Antes de que se publicara el libro, el mundo se imaginaba en tres dimensiones espaciales: altura, anchura y profundidad. Fue Wells quien planteó que la cuarta dimensión pudiera ser el tiempo.

A lo largo de la historia, la televisión, la literatura y el cine han mostrado distintas versiones de la máquina del tiempo. El Señor Peabody, un perro científico de dibujos animados, viajaba en el tiempo en un aparato lleno de botones. El Doctor Who arreglaba complejas paradojas temporales desde una cabina de teléfono azul. ¡Y hasta Homer Simpson manipuló una tostadora que le llevó a la prehistoria!

De momento no se ha inventado ninguna máquina del tiempo que funcione. Ningún coche ha viajado tan lejos, las cabinas de teléfono comienzan a ser cosa del pasado y es mejor que no juegues con la tostadora si no quieres recibir un calambrazo. Quizá en tu imaginación esté la nueva máquina que podrá llevarte donde aún no ha viajado nadie.