La quimera era una criatura fantástica de la mitología griega formada por la cabeza de un león, el cuerpo de una cabra y la cola de una serpiente o de un dragón. Algunas también tenían alas e incluso ¡echaban fuego por la boca!
La palabra quimera procede del griego antiguo khimaira, que significa “animal fabuloso”
Lo que no es tan conocido es que, entre los humanos, también existen quimeras… ¡Tranquilos! No es que haya gente con cola de serpiente o cabeza de león, sino que son una mezcla de personas en un mismo cuerpo. ¿Cómo se explica? La genética tiene la respuesta: cada uno tenemos un ADN distinto y único que hace diferente al resto de personas. Este ADN surge de la unión de un óvulo y un espermatozoide (que forman un cigoto) en el útero de la madre.
En el caso de los mellizos, existen dos óvulos y dos espermatozoides que, al unirse, forman dos cigotos con ADN diferentes. Pero a veces sucede que solamente uno de los cigotos prospera: solo nacerá un bebé. Sin embargo, este bebé, con su propio ADN, puede haber absorbido parte del ADN del otro cigoto que no se desarrolló… Es como si esa persona llevara a otra dentro de su cuerpo.
A diferencia de los mellizos, los gemelos son dos personas que se formaron a partir un único cigoto, que se dividió en dos durante la primera parte del embarazo
El quimerismo, que es como se llama este extraño fenómeno genético, despierta tanto interés como curiosidad y ha servido de argumento en varias historias y series. En un capítulo de la serie médica House, un paciente presenta síntomas muy poco comunes: oye voces en su cabeza, cree que unos alienígenas le han abducido y se han instalado dentro de su cuerpo, provocándole reacciones extrañas… El agudo doctor House se da cuenta de que el paciente es una quimera humana: todavía conserva dentro de su cuerpo parte de las células de su hermano mellizo que nunca nació y por eso padece alucinaciones.