La oveja Shaun surgió como spin-off del cortometraje Un esquilado apurado, protagonizado por Wallace y Gromit. Un spin-off es una serie que surge a partir de un personaje secundario de otra.
La serie narra las gamberradas de Shaun y el resto del rebaño de adorables bolas de lana blanca. Pero Shaun es una oveja que no sigue al rebaño. En realidad, es ella quien dirige a sus compañeras. Su cabeza es un hervidero de ideas locas, y el resto del rebaño lo forman ovejas que están como cabras, así que ya podéis imaginaros el resultado de esa explosiva combinación. Las tramas de los episodios son a cada cual más descacharrante.
Las ovejas viven acompañadas del perro Bitzer y el resto de animales de la granja. Bitzer solo hace de perro pastor cuando el granjero despistado está presente. El pobre hace auténticos malabarismos para que el granjero no se entere de los follones que montan las ovejas, y encima cuando algo sale mal, es él quien se la carga. Es tan bueno que a veces las ovejas se ceban con él pero ni aun así deja de defenderlas frente al granjero, que nunca se entera de nada. Por otro lado Shaun es un personaje inteligente que nunca recurre a la violencia para resolver los divertidos líos en los que se mete.
Que la serie sea muda hace que cualquier persona de cualquier país pueda verla y reírse con ella. Su sentido del humor recuerda al humor característico del cine mudo, llamado slapstick y basado en golpes y caídas desternillantes. Por ejemplo, si las ovejas juegan al fútbol, la portería la forman con dos columnas de ovejas sosteniendo un listón. Primero porque ¿qué podría salir mal?, y segundo porque, como diría Homer Simpson, “Habría que estar muy loco para no hacerlo”.
Si estas ovejas existieran, seguro que cada majadería que emprenden con catastrófico resultado la repetirían una y otra vez con idéntico y catastrófico resultado. Y Shaun solo diría “¡Meeeeeeeeeeh!”.