PLANTS VS. ZOMBIES
PopCap · Estados Unidos 2009
Imagina una apacible tarde sentado en el salón de casa cuando de repente oyes un ruido extraño. Echas un vistazo por la ventana y descubres que la pesadilla es real: los zombis han invadido el vecindario, ¡y quieren comerse tu cerebro! Solo un pequeño tramo de césped separa tu hogar de los muertos vivientes. ¡No te preocupes! La fotosíntesis y tus conocimientos en jardinería nunca habían resultado tan útiles para sobrevivir.
Este es el punto de partida de Plants vs. Zombies. Sembrando semillas en el jardín o el tejado, el jugador escoge entre todo tipo de plantas (desde girasoles a guisantralladoras) para defenderse de la horda de no muertos que siguen las órdenes del malvado Dr. Zomboss. Entre sus filas hay zombis saltarines, vestidos de deportista, con taladro… ¡incluso los hay que leen el periódico!
Los seres que regresan del más allá han recibido toda clase de nombres a lo largo del tiempo y su siniestra imagen, con andares torpes y ropajes desgastados, nunca es exactamente la misma en videojuegos, películas o series como The Walking Dead. De hecho, ¡cada vez hay más versiones! Una de las más antiguas es la que se relata en Frankenstein, de Mary Shelley, la historia de un joven científico que investiga cómo engendrar vida y acaba creando una criatura enorme y monstruosa en su laboratorio.
Pero si las historias evolucionan, también los videojuegos. Los móviles ya no son el único dispositivo para jugar a Plants vs. Zombies. Las últimas adaptaciones para videoconsolas permiten elegir escenario y hasta ¡escoger bando! No importa si estás a los mandos de una planta o de nuevos zombis como Capitán Mortacho o Superveloz: sea cual sea tu opción, la diversión germinará y florecerá en segundos.