©Siruela
La inesperada visita del señor P
Maria Farrer · REINO UNIDO 2016
Arthur está cansado de su hermano Liam. Sus padres le hacen más caso que a él. Podría decirse que Arthur no existe para sus padres, salvo cuando hace alguna trastada. Todo en casa gira alrededor de Liam. En casa no se puede ver el fútbol con tranquilidad, ni salir a jugar, ni hacer ruido… Nada funciona, hasta que, sin saber cómo ni por qué, un día aparece el Señor P, un enorme oso polar. Desde entonces, las cosas no solo mejorarán para Arthur, que tendrá un amigo incondicional, sino que toda la familia se relajará y se parecerá más –aunque tener un oso polar sea una locura– a la familia normal que siempre ha deseado.
El Señor P consigue que Liam, que es un niño con trastorno del espectro autista, no pase la mayor parte del tiempo asustado. Los lunes por la mañana ya no son un desastre. Y eso hace que tanto el padre como la madre estén más tranquilos, más relajados. Aun así, los primeros días siguen sin ser fáciles para Arthur, que siente que Liam no solo es el más importante para todos, sino que puede robarle a su nuevo amigo. Pero el Señor P no hace diferencias entre Liam ni Arthur, los trata por igual.
Los niños como Liam necesitan una atención especializada, porque perciben el mundo de un modo distinto. Ni mejor, ni peor. Arthur debería saberlo, pero también es un niño y necesita que lo quieran. El Señor P no ha hecho otra cosa que quererlos a todos y conseguir lo inimaginable: que papá, mamá, Liam y Arthur sean mejor que una familia normal: ahora son una familia unida.