EL ASOMBROSO MUNDO DE GUMBALL
Ben Bocquelet · EE.UU. 2011
Que un gato y un pez sean amigos juega con los límites de lo inimaginable, pero en El asombroso mundo de Gumball hasta las situaciones más inconcebibles tienen sentido. Gumball Tristopher y Darwin son el núcleo de una familia marcada por extremos. Dos alocados compañeros que ponen de los nervios a su inteligente y obsesiva hermana pequeña, la coneja Anaís. Un cóctel que desespera a Nicole, la madre responsable e impaciente, pero que no consigue inmutar a Richard, un padre que se pasa el día mirando la televisión en ropa interior.
Por cierto… ¿a quién se le ocurre llamar Gumball (bola de chicle) a su hijo? En realidad, nuestro protagonista se llama Zack pero todo el mundo le conoce por su pseudónimo. También tiene miga la elección de Darwin como apelativo del hermano: ¿Es casualidad que un pez modificado genéticamente para que le crezcan piernas y manos comparta nombre con el padre de la Teoría de la Evolución? Para nada.
A lo largo de la historia, muchos personajes famosos han preferido darse a conocer con otro nombre: el pintor El Greco se llamaba en realidad Domenikos Tehotokópoulos y detrás de la cantante Madonna se esconde Louise Veronica Ciccone
Como muchas otras series juveniles de actualidad, en las aventuras de Gumball encontramos numerosas referencias a la cultura pop, con un especial homenaje a los videojuegos clásicos. En varios capítulos los dos amigos compran cartuchos para su consola y hay momentos de tensión que se resuelven con una lucha al más puro estilo Street Fighter. Pero, sin duda, el gran homenaje pop de la serie es la careta de entrada, con unicornios, bailes espaciales, dinosaurios y un brillante arcoíris que recuerda a la portada del Magical Mystery Tour de The Beatles.
El Magical Mystery Tour fue el disco más controvertido de The Beatles por ser el relato de un viaje psicodélico… pero fue aplaudido por crítica y público y lideró las listas de ventas del año 1968
La serie combina diferentes técnicas de animación: personajes en 2D y 3D, escenas grabadas con stop motion y multitud de escenarios reales… Un universo infinito, a medio camino entre ficción y realidad, en el que perderse de la mano de Gumball, Darwin y compañía.